La miel de encina o de carrasca recoge el dulce e intenso sabor de las bellotas de las encinas.

A diferencia de las demás mieles, la miel de encina la extraen las abejas de sustancias azucaradas producidas por la bellota.

Tiene multitud de propiedades y un sabor intenso y delicioso.

Ya que se obtiene de productos azucarados de la bellota se considera mielato y no miel, el cual tiene un alto valor biológico con propiedades balsámicas y rico en oligoelementos y enzimas.

Además tiene una alta concentración de hierro por lo que es útil en casos de anemia y procesos de pérdida de sangre.

También se recomienda en la etapa de desarrollo infantil por su riqueza en sales minerales.

Su sabor es intenso, dulce y con un claro componente salado.

No suele cristalizar.